Carta del Presidente

La Unión Europea se ha marcado como objetivo alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050 y emisiones negativas a partir de esa fecha. Para ello, las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) se deben equilibrar y ser iguales o, siempre que sea posible, inferiores a las que se eliminan a través de la absorción natural del planeta.

El logro de este objetivo dependerá de múltiples factores y será necesario el esfuerzo de todos para cumplir unos plazos sustancialmente más cortos a los previamente establecidos. Sin duda, se continuarán fomentando las energías renovables y la eficiencia energética, pero este nuevo horizonte temporal requiere un enfoque en el que se adelante la utilización de más tecnologías que permitan la descarbonización, en aquellos sectores con emisiones de proceso o con emisiones de combustión no sustituibles, como las tecnologías de captura, transporte, almacenamiento y usos y transformación del CO2 (tecnologías CAUC o CCUS por sus siglas en inglés).

Las tecnologías CAUC son conocidas y probadas desde los años 70, cuando comenzaron a aplicarse en EEUU, pero hace tiempo que dieron el salto a Europa y al resto del mundo. Según datos del Global CCS Institute, la capacidad de almacenamiento geológico de CO2 se incrementó un 32% en 2021 con respecto al año anterior y ya en 2022 se alcanzaron las 194 instalaciones comerciales en diferentes etapas de desarrollo a nivel mundial, de los cuales 30 ya se encuentran en operación. Cabe destacar que estos proyectos provienen de una amplia gama de sectores, incluyendo al cemento, acero, hidrógeno, biocombustibles y la captura directa del aire.

Este avance viene a confirmar el aumento del interés de la industria por su aplicación, ya que las tecnologías CAUC se han revelado como capaces de aportar una solución efectiva a sus “emisiones de proceso”, donde las reacciones térmico-químicas imposibilitan su disminución ni con la aplicación de las Mejores Técnicas Disponibles (MTD) o la modificación de sus fuentes energéticas.

Asimismo, se debe resaltar que las entidades científicas internacionales más reconocidas también han afianzado su confianza en las tecnologías CAUC como es el caso de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que, en 2021, publicaba su informe ‘About CCS’ exponiendo que, debido a que la industria pesada representa cerca del 20% de las emisiones globales de CO2 en la actualidad, las tecnologías CAUC son “virtualmente la única solución tecnológica para una reducción importante de las emisiones”.

En nuestro país, también se constata el interés de la industria en mirar hacia estas tecnologías y, por ello, la mayoría de sectores en España han incorporado las tecnologías CAUC en sus hojas de ruta hacia la descarbonización y han sido incluidas en documentos estratégicos gubernamentales tan relevantes como la ‘Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo’ y el ‘Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030’ (PNIEC 2021-2030), actualmente en revisión.

Analizado todo lo anterior, no hay ninguna duda de que ha llegado el momento de que la apuesta desde la Administración española por las tecnologías CAUC sea clara y acompañe y refuerce los pasos que se están dando desde los diferentes sectores de nuestro país al igual que se está produciendo en otros países de nuestro entorno europeo como Dinamarca, Países Bajos, Alemania, Noruega, Italia o Francia. Para ello, la Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2) va a continuar trabajando con todos los actores del CO2 en su objetivo común de que la implementación de las tecnologías CAUC sea una realidad lo antes posible. De esta manera, España no solo cumplirá con los compromisos de Europa, sino que como país nos sumaremos a los esfuerzos climáticos que se están realizando desde todos los rincones de nuestro planeta.

Pedro Mora Peris
Presidente de PTECO2