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El despliegue de energías renovables y nuevas tecnologías en los últimos años ha permitido a España y a la UE avanzar de forma rápida en la transición energética. A pesar de ello, esto no es suficiente para reducir las emisiones hasta alcanzar la neutralidad climática, tal y como exige la Ley del Clima de la Unión Europea.

Una parte relevante de las emisiones de la industria (dos tercios, en el caso de España, según el Inventario de Emisiones GEI) no pueden mitigarse mediante el uso de energías renovables ya que son intrínsecas a algunos procesos o de combustión a altas temperaturas (no electrificables). Son las denominadas emisiones de difícil abatimiento.

Las tecnologías de captura, transporte, almacenamiento y uso del CO2 (tecnologías CAUC) son la única solución posible en estos casos. Se trata de tecnologías maduras y probadas que permiten capturar el CO2 de estos procesos antes de que llegue a la atmósfera para almacenarlo de forma segura o darle un valor añadido posterior mediante su uso.

Tanto la Unión Europea como los principales organismos internacionales reconocen que sin tecnologías CAUC no será posible alcanzar la neutralidad climática.

Para lograrlo, en la UE necesitaremos capturar 50 Mt de CO2 por año en 2030 y 450 Mt por año en 2050, en torno a 15% de las emisiones totales de la UE en 2023.